Eloy CASTAÑARES. La historia se repite y ejemplos hay por doquier. En el fútbol sala, cuando de rencillas o divisiones se trata, no es que la historia se repita, se multiplica. Casi podría decirse que forman parte indivisible. En los últimos tiempos, además, son el pan nuestro de cada día. Dos de los protagonistas de las últimas son los de siempre, Javier Lozano y Venancio López, mientras que los otros dos, Rubiales y Tebas, son nuevos, aunque este último lleva tiempo haciendo méritos. Todo un cuarteto moviendo sus hilos para regocijo o sonrojo del auditorio.
Uno, alejado voluntariamente de la primera línea informativa, contempla, entre viaje y viaje, movimientos y posiciones. El actual conflicto, quizás lo más correcto sea decir el penúltimo, ha saltado a primer plano con motivo del llamado ‘desafío’ España-Brasil y la invitación-homenaje que la RFEF cursó a los 53 jugadores o ex jugadores campeones del Mundo y de Europa. Según parece Lozano sí fue invitado pero el presidente de la LNFS, totalmente volcado con Tebas en su guerra contra la Federación, optó por hacer frente común con este y no aceptar la invitación.
El desencuentro, sin embargo, no es de ahora. Viene de lejos. El pleito Lozano-Venancio explotó unos meses después que el primero recomendase al segundo a Villar para que fuese su sustituto al frente de la Selección cuando él marchó al Real Madrid, relación que hizo aguas y ha tenido diversos encontronazos a lo largo de estos años. El alejamiento de Lozano de la RFEF en los tiempos de Villar para acercarse a Tebas, echó leña al fuego y la llegada de Rubiales a la presidencia de la RFEF -la apuesta de Lozano era por el candidato de Tebas-terminó de romper la baraja. Ahora, la RFEF y su Comité Nacional van por un sitio y LFP y LNFS, apadrinada y subvencionada por Tebas, por otro. Una pena. Las rencillas y divisiones en el fútbol sala están más a la orden del día que nunca. Y todo ello con un Mundial a la vuelta de la esquina y el fútbol sala, por más historias que vendan, estancado y sin terminar de despegar.
Comentarios
Exacto, pero esto no interesa...
Tebas paga, los clubes pagan, con mucho esfuerzo, Tebas exige, los clubes no, Tebas impone, los clubes callan por miedo, la LFP es un bombón para Lozano , el se vende, se alaga, se muestra como el mejor, se busca su vida. Los clubes y la lnfs, le traen al pairo, el se coloca y muy bien y la LNFS al pozo.
Totalmente de acuerdo compañero
La única solución para este deporte es alejarse de la RFEF, pero también de la LNFS, gente que le guste el fútbol sala y dónde los jugadores-entrenadores sean los protagonistas y los que tomen decisiones, sería lo mejor. Que haya clubes que no paguen y la propia liga lo tape, no ayuda; que la Federación ignore tanto el fútbol sala tampoco... Lo mejor es abrir y que entre aire fresco, que huele a cerrado en los cortijos de Lozano y Venancio